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El USV L25 de OceanAlpha realiza una inspección crítica de tuberías submarinas
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En abril de 2024, OceanAlpha desplegó un USV L25 equipado con un sonar de escaneo 3D de última generación y un perfilador de subfondo para una misión de estudio crítica.
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Las tuberías submarinas desempeñan un papel crucial en la industria del petróleo y el gas en alta mar, facilitando el transporte de recursos vitales. Conocer su ubicación exacta, profundidad de enterramiento, riesgos de exposición e integridad estructural es esencial para la seguridad y eficacia operativas. En las zonas de desembarco poco profundas, estas tuberías se enfrentan a retos únicos, como las fuerzas de las mareas, los impactos de las olas y las frecuentes actividades pesqueras. Los buques de prospección tradicionales a menudo son incapaces de navegar eficazmente a poca profundidad, lo que da lugar a una recopilación de datos incompleta o inadecuada.
Los vehículos de superficie no tripulados (USV, por sus siglas en inglés) están haciendo frente a estos retos. Los USV como el L25, desarrollado por OceanAlpha, están diseñados específicamente con poco calado, gran flexibilidad, bajo consumo de combustible y capacidades avanzadas de automatización. A diferencia de los buques convencionales, funcionan sin necesidad de personal a bordo, lo que los hace ideales para realizar prospecciones en entornos difíciles.
En abril de 2024, OceanAlpha desplegó un USV L25 equipado con un sonar de exploración 3D de última generación y un perfilador de subfondo para una misión de prospección crítica. Controlado a distancia desde su sede, el USV se encargó de inspeccionar una zona de aterrizaje poco profunda, cartografiando meticulosamente el terreno e identificando obstáculos alrededor de la tubería submarina. El objetivo de esta operación era verificar el trazado y la profundidad de enterramiento de la tubería, algo crucial para garantizar su integridad operativa.
La zona de inspección presentaba condiciones complejas, caracterizadas por poca profundidad y velocidades de flujo variables de hasta 4 nudos. También presentaba una mezcla de arrecifes expuestos y sumergidos, lo que añadía complejidad a las operaciones de inspección.
El USV L25 partió de un muelle cercano y recorrió de forma autónoma un trayecto de 14 kilómetros hasta llegar al lugar del estudio. En el transcurso de su misión, el USV inspeccionó con éxito 2 kilómetros de tuberías submarinas.
El análisis de los datos recogidos por el sonar de barrido 3D y el perfilador de fondo cumplió las rigurosas normas del sector. El estudio reveló profundidades de agua que oscilaban entre 0 y 8,6 metros alrededor de la tubería, destacando variaciones significativas influidas por la socavación natural y las actividades de mantenimiento. Además, se realizó una cartografía precisa de los límites del lecho de grava y los arrecifes sumergidos, mientras que los datos del subfondo proporcionaron una visión clara de la profundidad de enterramiento de la tubería.
Este proyecto ejemplifica el impacto transformador de los USV L25 en la mejora de la eficiencia, la rentabilidad y la seguridad de las inspecciones de tuberías submarinas. Gracias a su avanzada tecnología y autonomía operativa, los USV de OceanAlpha están transformando el panorama de la inspección submarina, garantizando la gestión sostenible de los recursos y la resistencia operativa en las industrias de alta mar.