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El guardacostas advierte en fracasos del bolardo
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Los fracasos recientes de los bolardos del lado de la orilla que echan los buques amarrados a la deriva tienen el guardacostas que impulsa a operadores de terminal examinar para saber si hay condiciones materiales deterioradas en bolardos, sus fundaciones y las sujeciones.
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Los buques y las instalaciones del lado de la orilla se han dañado en los incidentes, pero ningunas muertes o lesiones divulgaron. Ni el guardacostas ni la administración de la seguridad profesional y del peligro (OSHA) tienen autoridad reguladora sobre esas anclas del área de embarque para las líneas de amarre – así que es hasta marinos y operadores de terminal a comprobar para saber si hay el peligro.
“En varios casos la condición material deficiente subyacente de los bolardos era desconocida hasta que ocurrieran los fracasos,” según una alarma de la seguridad del 30 de mayo publicada por el guardacostas.
Las “causas incluyen la descomposición de los bolardos orgánicos hechos de virutas marinas, de la fractura desapercibida de los bastidores del bolardo debido a los defectos de fabricación, del daño de sobrecargas anteriores, o de la degradación de las fundaciones y de las sujeciones del bolardo. Típicamente, los fracasos se asocian a las cargas dinámicas anormales transferidas al bolardo de un buque.”
Esas cargas se pueden traer por los vientos que actúan contra las áreas de la vela del costado de las naves grandes – que son sustanciales para la nueva generación de barcos de cruceros y de portacontenedores muy grandes cuando el tiempo da vuelta impetuoso.
En mediados de mayo un incidente ventoso en Newark portuaria, New Jersey, el 984' x149, 8.004 - el portacontenedores Tucapel del TUE Hapag Lloyd rompió líneas de amarre mientras que se movió hacia una litera. La nave tuvo que caer el ancla y ser estabilizada con ayuda de cuatro remolcadores.
En agosto de 2014, dos buques rompieron gratuito en el puerto de Fremantle en Australia cuando una tempestad de truenos de paso empujada en las naves, y una tenencia del bolardo que sus líneas severas se rompieron. Los buques fueron recuperados por los tirones con daños menores, pero uno topó en un puente del carril que tuvo que ser cerrado por tres semanas.
Los funcionarios del guardacostas recomiendan que los dueños y los operadores de la instalación “toman medidas para desarrollar un programa de la inspección rutinaria para los bolardos y el otro equipo que amarra. Además, los personales del buque deben divulgar descubrimientos del lado al parecer deficiente de la orilla que amarra el equipo a la instalación para manejar